“La vida debería ser vivida con un propósito, creo yo. Y para mí, el amor es lo que mueve. EL amor puede hacer que alguien se ponga en acción; más todavía: el amor es ayuda en acción. Eso es –para mí- la esencia de ser un voluntario. Queremos ayudar a otros, servir a otros. Eso es por lo que yo me hice voluntaria de la Cruz Roja en 2003.
Ser voluntaria de la Cruz Roja me ha ayudado a ser mejor persona. Me ha mantenido con los pies sobre la tierra. En momentos complicados, me hace ser agradecida y apreciar y valorar todo lo que tengo. También me ayudó a descubrir que tengo un don y el poder de marcar la diferencia. Gracias a mi tiempo con la Cruz Roja y a los cursos que ofrece tuve la oportunidad de convertirme en instructora de Primeros Auxilios y Soporte Vital Básico y miembro del equipo de Respuesta de Emergencia.
Cuando trabajas en el campo médico sabes lo valiosa que es la sangre y qué consecuencias tiene el no contar con suficiente sangre de donantes disponible para los pacientes. Por consiguiente, decidí apoyar la campaña de Donación Masiva de Sangre que tiene lugar cada año el día de mi cumpleaños. Estas fiestas se hicieron conocidas como la ‘fiesta de cumpleaños sangrienta’. Invito a todos mis amigos, pero en lugar de traer un regalo por mi cumpleaños les pido que donen sangre. Si no pueden o no quieren donar, tienen que traer a alguien que pueda. A cambio les doy muestras de aprecio por su apoyo a los necesitados.
– Maria Josefina Mamuyac, las Islas Filipinas”Ser una voluntaria me hace valorar todo lo que tengo”
Este trabajo me ha ayudado a descubrir mi propia luz y a empoderarme. Con ese poder ahora puedo inspirar a otros, especialmente a jóvenes voluntarios que todavía están buscando su lugar. Me ha ayudado a pensar fuera de mí misma y me ha dado la posibilidad de ayudar a otros. Y como he dicho antes, el amor es ayuda en acción.”
En 2018 Maria Josefina Mamuyac recibió el Premio de Voluntariado de la Cruz Roja filipina por sus años de leal servicio activo.
Entre 1990 y 2017, las mujeres constituían solo el 2% de los mediadores, el 8% de los negociadores y el 5% de los testigos y signatarios de los procesos de paz mundial.