Nacida en Kyoto, Japón, en 1849, la Emperatriz Shōken fue la más joven de las tres hijas de Tadaka Ichijo, un noble de la corte imperial japonesa. Bajo su nombre de soltera “Dama Fukigimi Ichijo”, fue considerada una joven inteligente que desde temprana edad leía y escribía poesía tradicional japonesa, estudió chino clásico y caligrafía japonesa, aprendió a tocar el Koto (instrumento de cuerdas tradicional japonés) y cultivó la práctica de tantas otras costumbres tradicionales japonesas.
El 2 de septiembre de 1867 la Dama Masako Ichijo se comprometió con el Emperador Meiji adoptando el nombre de Haruko. Contrajeron matrimonio en enero de 1869 y fue la primera consorte imperial en siglos en recibir los títulos de nyōgō y kōgō (literalmente esposa del emperador).
A lo largo del periodo Meiji (1868 – 1912), la Emperatriz fue reconocida como una mujer sobresaliente por sus acciones, y agraciada con un carácter firme y decidido. Impulsó el inicio de una reforma de la corte imperial y apoyó a diferentes instituciones benéficas para la promoción de la educación femenina. No nos sorprende su enorme contribución a una escuela de formación de profesorado para mujeres.
– Empress Shōken of Japan, JapónEl Fondo de la Emperatriz Shōken sigue mejorando la calidad de vida y la resiliencia de las personas vulnerables.
Su pasión por hacer el bien e impulsar el futuro de Japón la llevó a implicarse en la fundación de la Cruz Roja Japonesa en 1877, que fue oficialmente admitida en el Comité Internacional de la Cruz Roja en 1887. El mismo año en que la Sociedad inició sus primeras operaciones de asistencia en desastres naturales durante la erupción del volcán situado en el monte Bandai. La Emperatriz se interesó especialmente por los trabajos de socorro en tiempos de paz y para su promoción creó un fondo específico para la Cruz Roja Internacional en 1912 el cual sería conocido posteriormente como El Fondo de la Emperatriz Shoken (The Empress Shōken Fund).
La Emperatriz Shōken falleció el 11 de abril de 1914 a los 64 años. Durante más de 100 años su fondo ha contribuido a financiar las actividades en tiempo de paz de las Sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todo el mundo. El fondo ha contribuido “a mejorar la calidad de vida y la resiliencia de las personas vulnerables a través de operaciones de acción directa en desastres naturales, así como al desarrollo de programas a largo plazo tales como reducción de riesgos en desastres, preparación ante desastres, salud y otras actividades comunitarias”
Más de 75 países han establecido políticas de cuotas para garantizar que más mujeres tengan roles de liderazgo dentro de la política nacional.