”Los vi desde lejos, era un grupo de alrededor de 40 personas y estaban sentados sobre el campo, a solo unos metros de la carretera. Al acercarme me di cuenta de que había mujeres embarazadas, niños pequeños y una pareja anciana entre ellos. Como era noviembre, hacía mucho frío en el exterior. No sabía qué hacer, pero junto a mis amigos y vecinos recogimos comida, ropa, mantas, leña para calefacción y todo lo que pensamos que podría necesitar esta gente.
Después de ocuparnos durante diez días del grupo de migrantes, la Cruz Roja me pidió que me uniera a ellos y trabajara para su organización. Yo había trabajado para la Cruz Roja con anterioridad, me involucré cuando tenía solo 17 años. En aquel momento fui elegida para representar a los jóvenes voluntarios en mi ciudad, Kljuc. Mi motivación ha sido siempre ayudar a la gente necesitada y hacer algo bueno para mi sociedad.”
– Sanela Klepic, Bosnia and Herzegovina”Cuando la crisis migratoria golpeó a nuestro país, sentí la obligación instantánea de hacer algo y continué mi trabajo con la Cruz Roja”
”Durante los últimos 15 meses, desde noviembre de 2018, he estado ayudando a gente migrante cada día. ¡Incluso celebramos juntos mi cumpleaños! El lugar cercano a la carretera se ha transformado en un refugio con techo, electricidad, baños, sitio para dormir, un puesto de primeros auxilios y toda la ayuda que pueda necesitar la gente. Tuvimos que luchar duramente para hacerlo realidad, y estoy agradecida a la Cruz Roja por permitirnos hacerlo. ¡Sin una buena organización no habría estado nunca donde estoy hoy y no habríamos sido capaces de hacer tanto!”
El análisis muestra que los puestos de trabajo de las mujeres han sido un 1,8 más vulnerables durante la pandemia del coronavirus que los puestos de trabajo de los hombres: las mujeres representan el 39 % del empleo mundial, pero el 54 % de la pérdida total de puestos de trabajo en mayo de 2020.